Unamuno es uno de los más agudos filósofos y de los más inspirados poetas españoles de la primera mitad del siglo XX. Se desempeñó como profesor de griego en Salamanca donde pasó gran parte de su vida, aunque había nacido en Bilbao en 1864. Escritor prolífico, trata de todos los problemas de su tiempo. Su estilo, trasvasado a diversos géneros literarios, es vivo y desgarrado; pero rezumarte de gran espiritualidad. Sus dos escritos más conocidos son: "Del sentimiento trágico de la vida" (1912) y "La agonía del cristianismo (1924). Estudiante yo en Roma, una noche el lector del refectorio, antes de proseguir con la lectura acostumbrada, leyó una nota del "Osservatore romano" en la que se incluía dichos libros en el "índice". Los españoles presentes, al oírlo, nos quedamos de piedra. Después del Concilio, no solo ya no será un escritor vitando, sino que hasta una de sus poesías se lee actualmente como himno en el rezo del breviario en lengua castellana. Es el himno de la Hora Intermedia, y que comienza así:
"A la gloria de Dios se alzan las torres, a su gloria los álamos, a su gloria los cielos y las aguas descansan a su gloria".
Murió en Salamanca, en 1936, recién iniciada la guerra española.
"A la gloria de Dios se alzan las torres, a su gloria los álamos, a su gloria los cielos y las aguas descansan a su gloria".
Murió en Salamanca, en 1936, recién iniciada la guerra española.